jueves, 19 de abril de 2012

Welcome to the Jungle

Hay arañas de cristal recorriendo mis sueños, correteando por las oscuras ciudades oníricas de mi interior.

Hay perros mudos aullando a las farolas, lobos callejeros que olvidaron las palabras y sólo saben cantar.

Hay mariposas albinas, huidizas, asustadas, con sus quebradizas alas descoloridas volviéndose opacas a la luz del sol.

Hay espectros tendidos en el asfalto, sombras de los gatos atropellados hace un millón de años.

Hay enredaderas secas colgando de tu balcón, vestigios de cariño que no pudimos trasplantar.

Hay inmensos charcos transparentes que no se secan y no crecen, testigos de la última lluvia que cayó en diciembre.

Hay un chamán que desaparece en las esquinas, negándome su hechizo y mi cura, incapaz de cargar con mi insomne enfermedad.

Hay un susurro sibilante que se esconde en las avenidas, que se desliza en silencio, que se aproxima a espiar mis sueños.

Hay una ciudad plagada de cadáveres de tu recuerdo, asolada por una niebla de fantasmas. Hay, a veces, muy pocas veces, una ciudad diurna, alegre, que revienta de vida, que se acerca pero no me toca. No es la mía, no me pertenece. Mía es esta ciudad muerta donde una milenaria garra negra se extiende sobre terciopelo azul ultramar, intentando arañar una eternidad lunar que sé que no existe.

sábado, 7 de abril de 2012

Los amantes.

Y es sólo entonces 
cuando están muertos, cuando están vestidos, 
que la ciudad los recupera hipócrita
y les impone los deberes cotidianos.